The Circadian Rhythms
Los Ritmos Circadianos
Throughout a 24-hour day,
our brain experiences different states. We are awake during the day and we
sleep during the night. We generally feel alert in the morning but drowsier in
the evening. Thus, the way we feel, react, think, or perform varies over time
and depends on the state of our brain. Behavioral states, global cognitive
performance, and alertness can be indexed through speed, memory, or vigilance
tasks. Although they can provide us with valuable information, they do not give
any details about brain activity, which is responsible for how we perform
A través de un día de 24 horas, nuestro cerebro
experimenta estados diferentes. Estamos despiertos durante el día y dormimos
durante la noche. Generalmente nos sentimos en alerta por la mañana, pero
somnolientos por la noche. Por lo tanto, la forma en que sentimos,
reaccionamos, pensamos o realizamos varía con el tiempo y depende del estado de
nuestro cerebro. Los estados conductuales, el desempeño cognitivo global y el
estado de alerta pueden ser indexados a través de tareas de velocidad, memoria
o vigilancia. Aunque pueden proporcionarnos información valiosa, no dan
detalles sobre la actividad cerebral, que es responsable de cómo lo hacemos.
Global brain activity fluctuates considerably across
the sleep-wake cycle. During wakefulness, the EEG displays fast, low voltage
and desynchronized activity. In contrast, during sleep, cortical activity is
characterized by slower, higher voltage and more synchronized waves. Cortical
activity varies also with time spent awake.
La actividad cerebral global fluctúa considerablemente
a lo largo del ciclo sueño-vigilia. Durante la vigilia, el EEG muestra
actividad rápida, baja y desincronizada. Por el contrario, durante el sueño, la
actividad cortical se caracteriza por ondas más lentas, de mayor tensión y más
sincronizadas. La actividad cortical varía también con el tiempo que se pasa
despierto.
Sleep homeostasis follows the same principles as other
homeostatic processes, as originally conceptualized by Bernard in 1865. It is
characterized by an increase or decrease of sleep pressure as wakefulness
extends or sleep progresses, respectively. Sleep pressure accumulates or dissipates
in a saturating exponential fashion and is almost exclusively dependent on
sleep-wake behavior. The second process, the circadian rhythmicity, is an
endogenous cycle, whose period is approximately 24 hours. It provides synchrony
between an organism's internal biological timing and the external passage of
day and night. This process is controlled by the suprachiasmatic nucleus (SCN),
which is located in the anterior part of the hypothalamus. In humans, the
circadian clock increasingly promotes wakefulness during the day, opposing the
gradual buildup in homeostatic sleep pressure. Therefore, this endogenous
process is what enables us to have a sleep-wake balance of nearly 8 h–16 h. Beyond normal sleep time, the circadian signal
switches to a sleep-promoting signal, and the organism can no longer fight off
sleep as efficiently as it does during the day. Throughout sleep, the
sleep-promoting signal increases to counter the reduced sleep need. Hence,
brain function may heavily rely on sleep-wake history and circadian processes.
La homeostasis del sueño sigue los mismos principios
que otros procesos homeostáticos, tal como fue conceptualizado originalmente
por Bernard en 1865. Se caracteriza por un aumento o disminución de la presión
del sueño a medida que la vigilia se extiende o el sueño progresa,
respectivamente. La presión de sueño se acumula o se disipa de forma
exponencial y depende casi exclusivamente del comportamiento sueño-vigilia. El
segundo proceso, la ritmicidad circadiana, es un ciclo endógeno, cuyo período
es de aproximadamente 24 horas. Proporciona sincronía entre el tiempo biológico
interno del organismo y el paso externo del día y de la noche. Este proceso es
controlado por el núcleo supraquiasmático, que se localiza en la parte anterior
del hipotálamo. En los seres humanos, el reloj circadiano promueve cada vez más
la vigilia durante el día, oponiéndose a la acumulación gradual en la presión
homeostática del sueño. Por lo tanto, este proceso endógeno es lo que nos
permite tener un equilibrio sueño-vigilia de casi 8 h-16 h. Más allá del tiempo
de sueño normal, la señal circadiana cambia a una señal de promoción del sueño,
y el organismo ya no puede luchar contra el sueño tan eficientemente como lo
hace durante el día. Durante el sueño, la señal de promoción del sueño aumenta
para contrarrestar la menor necesidad de sueño. Por lo tanto, la función
cerebral puede depender en gran medida de la historia sueño-vigilia y los
procesos circadianos.
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